Medida tendría un costo fiscal importante y no necesariamente se verá enteramente reflejado en los bolsillos de los consumidores finales, señalaron especialistas.
El ministro de Economía y Finanzas, Óscar Graham, anunció que el Ejecutivo presentará un proyecto de ley para exonerar del Impuesto General a las Ventas (IGV) de manera temporal a los productos alimenticios de primera necesidad como el pollo, huevos, fideos, harina y cárnicos, a fin de disminuir el impacto del alza de precios.
“Hay una medida adicional que estamos aprobando esta semana en Consejo de Ministros, que es la exoneración temporal del IGV a los principales productos alimenticios que forman parte de la canasta básica de consumo, sobre todo de los sectores de menores ingresos, estamos exonerando del IGV al pollo, huevos, fideos, harinas y cárnicos, esto será presentado al Congreso para que se apruebe rápidamente”, señaló Graham.
El ministro precisó que, de aprobarse esta medida en el Parlamento, se dejará de recaudar cerca de S/ 50 millones. No obstante, la medida será en favor de toda la cadena de los referidos productos, desde la producción hasta que llega al consumidor final.
En este sentido, Luis Alberto Arias Minaya, exjefe de la Sunat anotó que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) tiene como principio la no proliferación de exoneraciones tributarias por lo que le resulta extraño y contraproducente que sea el mismo ministerio el que envíe este tipo de proyectos.
A su turno, Marcial García, socio de Impuestos de EY Perú, señaló que el mayor problema de este tipo de medidas es que no están focalizadas y beneficiarán a los que tienen recursos y a los que no. Además, agregó que se genera una distorsión en el IGV porque se exonera ciertos productos de la canasta básica pero los insumos que se necesitan para producirlos no necesariamente están exonerados.
Asimismo, Alfredo Thorne, exministro de Economía y Finanzas, anotó que es muy probable que los beneficios que se buscan se queden en la cadena y solo se logre que no se recaude el impuesto.
“Es un riesgo grave porque el IGV es nuestro impuesto más recaudador; al dar exoneraciones lo único que hacemos es romper la cadena de cobro de este impuesto. Hay que recordar que el IGV se paga por el diferencial entre lo que cobras y lo que pagas de este impuesto”, agregó.
Evasión tributaria
Según García, la medida podría generar mayor informalidad porque los productores de los bienes exonerados podrían buscar proveedores que no les carguen el IGV para no tener que reconocerlo como un costo.
“Cuando sus ventas están gravadas como ahora, el IGV de sus compras es un crédito que finalmente asumen los consumidores finales”, dijo.
Sobre esto, Arias anotó que la exoneración daría pie es a una mayor evasión tributaria y problemas para la Sunat en el control del pago de IGV. Coincide con ello Thorne, quien señaló que, por ejemplo, si el agricultor al que se le exonera decide no pagar el IGV sobre sus insumos, sale de la cadena del IGV y esto podría convertirse en una constante entre más productores
Por otro lado, los analistas consultados por este Diario coincidieron en que este tipo de medidas temporales son muy difíciles de revertir y terminan convirtiéndose en permanentes. Arias Minaya señaló que son exoneraciones permanentes que, una vez que se aprueban, ya no se retiran.
“No existen las exoneraciones del IGV temporales, todas las exoneraciones del apéndice 1 del IGV tienen temporalidad al 31 de diciembre y el Congreso las renueva, de manera que estas exoneraciones adicionales seguirán la misma vía”, dijo.
Costo fiscal
García anotó que la medida tendría un costo fiscal importante porque se suma a una medida paliativa de reducción del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de los combustibles que al MEF le va a costar S/ 2.250 millones, una medida temporal “que sin duda tendrá un efecto en la caja fiscal”.
Arias coincidió en que el costo fiscal sería importante y explicó que son alimentos de alto nivel de consumo que no solo iría para los más pobres, sino también a los sectores de clase media y alta. “Es una exoneración regresiva que beneficia más a los que más ganan”, dijo.
Para los analistas, una medida más eficaz hubiera sido brindar subsidios focalizados dirigidos a la población de mayores necesidades, como un bono directo a las familias de bajos ingresos.
Finalmente, García señaló que no se generará todo el ahorro que se pudiera esperar: considerando el alto costo fiscal y que no será un ahorro equitativo, no se va a lograr reducir el 18% que se espera en los precios de venta al consumidor.
“Si los insumos no están exonerados, el IGV que grava la compra de estos para producir los productos se va a convertir en un costo. Es decir, si eres una empresa y compras con IGV, le trasladas ese monto a la factura de tus clientes, es neutro, pero cuando facturas sin IGV, eso se convierte en un costo”, explicó.