Para algunos reclutadores la red social es una bola de cristal en la que se pueden adivinar las posibilidades laborales de los candidatos que proclaman su vida, proyectos y logros sin disimulo.
Quizá no salgas de tu asombro cada vez que entras en el perfil de Facebook de aquel compañero de colegio gris, que pasaba desapercibido, y al que nunca invitaste a tu cumpleaños, piñata incluida. Ahora su vida parece una fiesta continua, un no parar de viajes, grandes proyectos y reuniones con amigos. La vida que muestra parece más feliz e interesante que la tuya.
Para mucha gente, vivir por encima de sus posibilidades en Facebook (y también en otras redes sociales ) se ha convertido en algo cotidiano. Son los que, sin atisbo de discreción, muestran una existencia idílica, activa, divertida y envidiable… Y la documentan.
Si esto te irrita, prepárate para nuevas noticias que quizá te gusten aún menos: algunos estudios internacionales revelan que el perfil que mostramos en Facebook es un predictor de nuestro éxito y posibilidades profesionales. Por ejemplo, la American Psichological Association asegura que las historias que se publican en la red social son predictores exactos.
No sólo es posible encontrar información actualizada de una persona, sino también acceder a su comportamiento pasado. Y se trata de un valor de la historia de un posible candidato que no se puede obtener en un test de personalidad.
De este modo, redes sociales como Facebook ofrecen al empleador una foto real (y muy apreciada) de lo que es la persona en cuestión.
Una investigación de la Universidad de Cambridge publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences muestra asimismo que los patrones que se obtienen en Facebook ofrecen información precisa y valiosa. Los investigadores han desarrollado un algoritmo que utiliza los Me gusta para crear perfiles de personalidad.
Conducta y autenticidad
Guillem Recolons, socio de la firma Soymimarca, admite que Facebook podría predecir tu carrera: “Alguien puede adivinar cómo reaccionas viendo lo que publicas. Lo que muestras en la red habla de si eres más espectador o activista”. Recolons coincide con alguno de los estudios internacionales en que “la conducta está en Facebook o Twitter. En estas redes hay un valor de autenticidad que puede ser apreciado por aquellos que buscan candidatos para un puesto”.
El experto aconseja discreción y posicionamiento para tener éxito, pero añade que hay gente que sólo publica sobre un tema concreto, en una matriz de valor: “Analizando el perfil de Facebook es posible predecir que una persona se convertirá en especialista en un campo determinado”.
Andrés Pérez Ortega, consultor en posicionamiento personal, considera que “todo lo que pongas en la red podrá ser utilizado en tu contra”. Recuerda que “por lo general, para un candidato existe más peligro que ventajas al utilizar las redes sociales para darse a conocer. Internet es una herramienta de descarte y sólo si demuestras que eres muy buen profesional de forma continuada y utilizando herramientas serias –como un blog– puede beneficiarte esta visibilidad.
En la mayoría de los casos es más parecido a un campo de minas en el que en cualquier momento pueden detectar o algo peor, suponer, que hay algo de ti que no encaja”.
Añade que “en Internet solemos mostrar las cosas que se salen de lo ordinario, pero eso no es lo que nos caracteriza. Lo que enseñamos en la Red suele ser algo más o menos llamativo, pero no es nuestra vida normal. Lo que no se suele mostrar es lo que ocurre el 95% del tiempo en nuestras vidas y carreras”.
Para el experto, cuando se juzgan las cualidades de un candidato es mucho mejor valorar una herramienta como el blog, que permite más reflexión, debate y extensión de los argumentos que otro tipo de redes: “Lo ideal sería que el currículo tuviese sólo una línea, la de nuestro blog o sitio profesional en Internet”.
Pérez Ortega aconseja que se ofrezcan argumentos sólidos y constantes a lo largo del tiempo para evitar interpretaciones y sugiere que “está bien ofrecer un lado humano, pero antes debes demostrar que eres un profesional valioso. Primero generas confianza y luego, si quieres, tratas de caer bien ofreciendo tus cualidades más personales en redes sociales”.
La visibilidad sin solvencia no sirve de nada
La tendencia casi obsesiva a ser diferente en la búsqueda de empleo lleva a que muchos candidatos hagan verdaderos esfuerzos por sobresalir del gran montón que rastrea un puesto.
Esta voluntad decidida por evitar lo convencional y dedicarse a nuevas estrategias puede llevar a un error: empezar por la visibilidad personal antes que por la realidad profesional y la relevancia apoyada en hechos. Perseguir la simple popularidad, o tratar de resultar simpático y original centrándolo todo en las formas y olvidando el fondo es ineficaz a largo plazo.
El número de seguidores o la popularidad que obtengas en las redes sociales ya no es ni siquiera un elemento diferenciador, porque ser muy visible en el mundo 2.0 no te convierte en un buen profesional . El ‘branding’ personal es precisamente la herramienta ideal para resolver los problemas de centrarse demasiado en la visibilidad. Debes conocerte, saber cuáles son tus competencias, hacerte un modelo de negocio e identificar tu misión, visión y valores personales. Y luego presentar eso a quien quieras que lo vea, pero no a todo el mundo.
Diario Gestión (15/05/2014)